El vino es una de las bebidas elaboradas por el hombre más antiguas del mundo cuyo origen se cree que viene de la zona del Cáucaso.
Mucho ha llovido desde entonces hasta hoy, y en lo que respecta al vino mucho ha cambiado su proceso de elaboración.
Hay multitud de variedades de uva para elaborar vino, en todo el mundo, casi 10.000 variedades. Casi 240 solo se han catalogado en España siendo algunas de ellas desconocidas.
La uva más plantada en España son las variedades Cabernet Sauvignon, Merlot, pinot noir para elaborar tintos y Chardonnay, Macabeo Viura, Albariño y verdejo para vinos blancos.
Son casi 4.300 bodegas productoras de vino en España las que están sacando producción a nivel nacional, y de forma internacionalizada ya exportan vino 3.075 según la Federación Española del Vino (FEV); Siendo nuestro país los responsables del 25% de la producción en Europa.
Pero ante la abrumadora oferta de vinos que hay ¿Cuál escoger para según qué momento?
Bueno la respuesta es obvia, aquel que nos guste a nosotros, con el que disfrutemos.
Obviamente un enólogo o cualquier aficionado avanzado ampliará mucho mas esta respuesta dando datos técnicos sobre la química del vino y su respuesta en boca (sus sensaciones) opinando sobre que vino acompaña mejor o peor a según que plato. En definitiva el arte del maridaje, un apasionante mundo para quién quiera profundizar en él.
Pero, obviamente, hay vinos con más cuerpo que otros, más secos o más afrutados... y en función de estos atributos, y de los gustos de cada persona, tomaremos la decisión más acertada o no.
Por regla general los vinos con más cuerpo son los adecuados para acompañar carnes de caza mayor y caza menor aunque tampoco desentonan con ciertos pescados a la brasa, si bien es cierto que para mariscos y pescados al horno o a la plancha siempre se ha optado por vinos más afrutados y, generalmente, blancos.
En cualquier caso, depende de la afición que se tenga al vino y de los gustos de cada uno como antes se ha comentado.
Generalmente el vino blanco suele ser el mas consumido por las personas que se inician en el vino ya que son más fáciles de saborear y de combinar con casi cualquier alimento.
Los tintos suelen ser vinos más complejos a los que, conforme uno se inicia en este mundo, y cada vez se va acostumbrando más, va aprendiendo a valorar los matices diferentes entre los distintos vinos tintos que existen. Por tanto uno acaba comprendiendo que vino acaba siendo mejor compañero de comida con según que platos.
Pero sin duda alguna la elección del buen vino depende, ya no sólo de los gustos de la persona que repetimos por enésima vez, sino del momento en el que lo queremos beber, la compañía con quién vamos a beberlo e incluso el lugar donde lo vamos a beber.
Pero, como te dirá cualquier enólogo, "Solo sabemos que el vino es bueno cuando se abrimos la botella y se prueba", aunque una buena cultura enológica ayuda a acertar, si además conocemos los gustos de los demás mejor.
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